Dinámica por la que diferentes formas de violencia se superponen en los procesos migratorios de las mujeres. En esta intersección se relacionan la variable de género junto con otras relativas a la etnia o raza o condición de mujer migrante, facilitando la existencia de mayores vulneraciones y formas de violencia.
Introducción
Existe un consenso a nivel global de la interrelación entre movilidad forzada y género en múltiples aspectos. La migración impacta en las relaciones de género ya sea reforzando, cuestionando o transformando las desigualdades o roles tradicionales.
“Invisibilizadas. Mujeres migrantes en el cruce de fronteras”, evidencia cómo el género cruza e influye en las experiencias migratorias y visibiliza las violencias que enfrentan las mujeres desde origen, durante el tránsito, en las fronteras y en el destino. Además concluye con una serie de recomendaciones basadas en los enfoques de género y derechos, que elevamos a gobiernos y administraciones, instando a la corresponsabilidad de las políticas europeas y del Estado español en la vulneración de derechos fundamentales y la perpetuación de violencias que anualmente terminan con las vidas de miles de personas.
Glosario
Migración forzada
Hace referencia tanto a personas que migran obligadas por la situación económica precaria en sus países de origen, por situaciones de violencia generalizada o por situaciones de persecución.
Mujeres migrantes
Se emplea en los capítulos de origen y tránsito pues está asociado al movimiento.
Mujeres migradas
Se emplea en el capítulo de Destino, para hacer referencia a mujeres que por diferentes motivos, expresan cierta estabilidad socioeconómica.
Personas migrantes con necesidades de protección
Es una categoría que incluye ACNUR desde 2018 – aunque ha ido cambiando de nombre- bajo la definición de quienes han tenido que huir de su país, necesitan protección sobre todo frente al retorno forzado y servicios básicos pero ACNUR considera que no entra en otra categoría. En adelante, en este informe, nos referiremos a personas refugiadas, entendiendo que son refugiadas y con necesidades de protección.
Roles tradicionales de género
Pautas de comportamiento aprendidas en un grupo social que fomentan patrones de conducta que perpetúan relaciones desiguales entre lo considerado “femenino” y “masculino”.
Violencias basadas en género contra las mujeres
En la medida en que es el término utilizado por las principales instituciones internacionales en materia de igualdad de género, será igualmente utilizado a lo largo del informe.
Continuum de las violencias
El concepto de continuum de las violencias contra las mujeres cobra especial sentido en el contexto de movilidad, ya que visibiliza que todas las formas en las que las violencias se expresan en la vida de las mujeres y las niñas siguen la lógica de la continuidad temporal y espacial. Las violencias basadas en género contra las mujeres son una dinámica global, que se replican en todas las culturas, independientemente de la religión, situación económica u origen (aunque tendrá consecuencias diferentes). Las mujeres la viven a lo largo de toda su vida y puede suceder en cualquier territorio y lugar, tanto público como privado, donde haya relaciones de poder desiguales por razón de género. En el caso de las mujeres en procesos migratorios, las violencias, en sus diferentes tipologías y dimensiones, les acompañan allá donde vayan. No solo las que enfrentan por ser mujer, sino que también por ser migrante, por lo que afrontan violencias superpuestas en los contextos de origen, tránsito, destino y retorno. A su vez, las violencias estructurales vinculadas a la discriminación y a la falta de acceso a derechos, y las políticas migratorias que priorizan el enfoque de seguridad nacional al de protección de vidas, les situán en una mayor vulnerabilidad y perpetúan las violencias directas en toda la ruta migratoria.
Las violencias contra las mujeres
El Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW) del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas (ECOSOC) adopta la expresión «Violencia basada en género contra la mujer», como un término que pone de manifiesto la manera en la que el género tiene relación con las causas y los efectos de las violencias contra la mujer, tanto en el ámbito privado como público, y para reforzar «la noción de la violencia como problema social, y no individual, que exige respuestas integrales, más allá de aquellas relativas a sucesos concretos, autores, víctimas y supervivientes»
La interseccionalidad entre diversos factores, como la interrelación entre movilidad forzada y género, es reconocida por la CEDAW en su recomendación nº35: “La violencia por razón de género contra la mujer se ve afectada y a menudo agravada por factores culturales, económicos, ideológicos, tecnológicos, políticos, religiosos, sociales y ambientales, como se pone de manifiesto, entre otras cosas, en los contextos del desplazamiento y migración”.
Consulta las principales categorías y manifestaciones de violencias basadas en género contra las mujeres
Estas violencias no son categorías separadas, todo lo contrario. Sus fronteras son casi invisibles y se alimentan entre sí. En la medida en que estos actos no son hechos aislados, sino conductas sistemáticas, estas prácticas han sido reconocidas como violaciones de derechos humanos por diferentes instrumentos internacionales y regionales, y por tanto, los Estados tienen la obligación de actuar no sólo para juzgar y perseguir los delitos, sino que también para prevenir.
- Violencia física: acción que provoca daño o sufrimiento físico y afecta a la integridad de la mujer. La expresión más extrema es el femicidio/feminicidio que hace referencia a la muerte violenta de mujeres por razones de género, tenga lugar en el ámbito privado, en la comunidad, o que sea perpetrada o tolerada por el Estado y sus agentes, por acción u omisión.
- Violencia psicológica: actos o conductas que producen desvalorización o sufrimiento en las mujeres, a través de la intimidación, amenazas, acoso, humillación, hostigamiento, control del comportamiento, entre otros.
- Violencia sexual: actos de naturaleza sexual cometido contra la voluntad de otra persona, ya sea que esta no haya otorgado su consentimiento o que no lo pueda otorgar por ser menor de edad, sufrir una discapacidad mental o encontrarse gravemente intoxicada por efecto del alcohol o las drogas.
- Violencia física, psicológica y sexual que se comete en el ámbito privado: incluidos los malos tratos, el abuso sexual de las niñas en el hogar, la violencia relacionada con la dote, la violación por el marido, la mutilación genital femenina, el matrimonio infantil, la imposición de embarazo, los crímenes de honor y otras prácticas tradicionales nocivas para la mujer, los actos de violencia perpetrados por otros miembros de la familia y la violencia relacionada con la explotación.
- La violencia física, sexual y psicológica perpetrada dentro de la comunidad en general, inclusive la violación, el abuso sexual, el acoso y la intimidación sexual en el trabajo, en instituciones educacionales y en otros lugares, la trata de mujeres y la prostitución forzada.
- Violencia económica: lograr o intentar conseguir la dependencia financiera de otra persona, manteniendo para ello un control total sobre sus recursos financieros, impidiéndole acceder a ellos, incluyendo la prohibición de trabajar o asistir a la escuela, entre otros.
- Violencia institucional: violencia perpetrada o tolerada por el Estado, que incluye el no cumplir con la responsabilidad de garantizar el acceso a derechos sin discriminación.
- Violencia directa: es la más evidente. Tiene un autor y una víctima, suele ser física o verbal y causa un daño directo.
- Violencia estructural: es la discriminación, la desigualdad de oportunidades y de acceso a derechos perpetuada por un sistema, que a su vez, vuelve más vulnerables a las mujeres frente a la violencia directa. Se manifiesta en las brechas salariales, en el acceso a la educación o salud entre hombres y mujeres, en la impunidad de las violencias de género contra las mujeres, o en la escasa participación de las mujeres en la vida pública, entre otros.
- Violencia cultural: se utiliza para legitimar la violencia directa o la estructural e impacta en la aceptación y normalización de las mismas en las sociedades.
Física · Psicológica · Sexual · institucional · Económica ·
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Los Datos
Año tras año, la movilidad forzada aumenta. Según los datos de ACNUR, en 2022 se registraron 40 millones de personas refugiadas, solicitantes de asilo y con necesidades de protección.
La población migrante se ha duplicado en 30 años.
Según datos de Naciones Unidas, entre 1990 y 2020 la población migrante internacional prácticamente se ha duplicado, al pasar de 153 a 280 millones de personas que vivían fuera de su país de origen.
146 millones de mujeres vivían fuera de sus países de origen, de las cuales casi 20 millones eran menores de 20 años, 96 millones tenían entre 20 y 65 años y poco más de 19 millones más de 65 años.
A pesar de la reconocida falta de información y datos sobre migración de mujeres y niñas, las últimas décadas reflejan cambios en los patrones migratorios, especialmente en cuatro aspectos:
- La migración de las mujeres está creciendo a un ritmo mayor que la de los hombres.
- Cada vez más mujeres viajan de manera independiente, en contraste con las que lo hacen siguiendo a sus familiares o parejas.
- Se ha producido una nueva y sexualizada división internacional de trabajo. Aumenta la demanda de mujeres migrantes para el empleo en sectores tradicionalmente mal remunerados, en la informalidad, y con condiciones de trabajo sub-óptimas.
- Las mujeres migrantes participan de manera activa y son una parte fundamental de la “cadena global de cuidados”, que palia la crisis global en la provisión de cuidados.
280
La población migrante internacional se ha duplicado en los últimos 30 años
146
El 49% de las personas migrantes son mujeres y de esas mujeres, 20 millones son menores de edad.
96
De entre lasmujeres migrantes hay que poner el foco en el alto número de mujeres de entre 20 y 65 años.
40
De personas refugiadas, solicitantes de asilo y con necesidades de protección en 2022.
51
Origen
Es fundamental que la perspectiva de género ocupe un lugar central en los análisis sobre las causas y las consecuencias de la migración.
Las voces de diferentes mujeres visibilizan y denuncian un sinfín de vulneraciones, abusos, luchas y obstáculos que causan el inicio de una experiencia migratoria afectada, desde el origen, por los roles tradicionales de género.
Para comprender la complejidad de la movilidad humana es fundamental que la perspectiva de género ocupe un lugar central en los análisis sobre las causas y las consecuencias de la migración.
Las historias de las mujeres que dan forma a este capítulo reflejan los contextos que causan la salida de sus países.
1.200
7.4
22
En la región del Sahel y países de África Occidental la violencia sexual, los abusos y la explotación, las prácticas tradicionales nocivas como la mutilación genital femenina o el matrimonio precoz y forzado y la trata de personas se han generalizado
África Central y Occidental
No se puede hablar de una única causa de desplazamiento en los flujos migratorios del África Subsahariana.
Con una población de más de 1.200 millones de habitantes, África Subsahariana es una región caracterizada por su biodiversidad y riqueza en bienes naturales y minerales brutalmente castigada por efectos del cambio climático, como la intensificación de la inseguridad alimentaria, las sequías y otros fenómenos meteorológicos extremos, que agravan las ya difíciles condiciones de vida.
Sólo en 2022, las catástrofes naturales en la región causaron 7.4 millones de desplazamientos. Este dato triplica el dato del año anterior.
De los 48 países que componen África Subsahariana, 22 son considerados frágiles o están afectados por conflictos.
La compleja interacción entre los conflictos, el cambio climático, la inseguridad alimentaria, la falta oportunidades socioeconómicas, la desigualdad y las violencias basadas en género contra las mujeres están provocando que las mujeres, además de salir hacia países vecinos, recorran fronteras interregionales e intercontinentales en busca de un futuro. Ante la superposición de las crisis, las mujeres están más expuestas a riesgos e inseguridades, porque tienen menos medios para buscar alternativas y acceder a medios de vida. A pesar de ello continúan asumiendo las responsabilidades familiares y domésticas.
En los conflictos y post-conflictos las mujeres, las niñas y los niños se llevan la peor parte pues son periodos en los que las violencias contra las mujeres se intensifican y exacerban. El cuerpo de la mujer es utilizado como arma de guerra. Tanto es así que las violencias basadas en género contra las mujeres ejercidas en contextos de conflictos, han sido reconocidas como una cuestión de seguridad humana.
A pesar de representar a más de la mitad de la población, las mujeres en África Subsahariana están excluidas de cuestiones y decisiones que afectan a sus vidas y enfrentan múltiples discriminaciones por motivos de género que suponen una vulneración de sus derechos fundamentales. El acceso limitado a oportunidades de participación económica y política, a educación, a sanidad o a la justicia, entre otros, promueven la feminización de la pobreza, del analfabetismo y de la vulnerabilidad.
Testimonios
Centroamérica
La realidad migratoria del norte de Centroamérica se caracteriza por las crisis políticas, de violencia generalizada, socioambientales y de derechos humanos.
También como consecuencia del agotamiento de modelos económicos que concentran la riqueza y expolian los recursos naturales. Todos estos factores están de alguna manera presentes en muchas de las decisiones migratorias de una región en las que más de 8 millones de personas presentan necesidades humanitarias, es decir, el 25% de la población.
A esta realidad de origen se suma el impacto diferenciado en las mujeres y las violencias específicas basadas en género
Las personas que trabajan en el sector informal son las más propensas a tomar la ruta migratoria tanto por motivos económicos como por ser uno de los colectivos en la mira de las extorsiones por parte de las maras y pandillas. Si desagregamos los datos económicos de la región por género, podemos afirmar que las mujeres son las más afectadas por los factores dinamizadores de la migración forzada en el ámbito económico.
El contexto de violencia en la región del norte de Centroamérica es un escenario que fuerza a las personas a tomar la decisión de migrar. Buena parte de las mujeres y hombres de Guatemala, El Salvador y Honduras que se movilizan han vivido violencia en sus comunidades de origen por la presencia de organizaciones delictivas, que en muchos casos, gracias al consentimiento de las autoridades, imponen un férreo control territorial, y se manifiesta a través de reclutamiento forzoso, extorsión, amenazas, agresiones y asesinatos. No es poco común que mujeres y hombres cumplan papeles diferentes; ellas son un recurso útil para las actividades más peligrosas, cuerpos que pueden tomar por la fuerza, o como territorios donde dirimir diferencias y practicar venganzas entre rivales. En este contexto, por tanto, también hablamos del cuerpo de las mujeres como arma de guerra.
Por otro lado, América Latina sigue siendo la región más peligrosa del mundo para personas defensoras del medioambiente y el territorio, en donde se produjeron el 88% de los asesinatos registrados en el mundo en 2022. Las mujeres defensoras se exponen además a otras muchas formas de violencias basadas en género específicas, desde agresiones sexuales hasta el rechazo de sus familias y comunidades. La violencia impacta de forma diferenciada a las mujeres. Las tasas de feminicidio presentaron, en algunos países, niveles epidémicos, El mayor número de casos de violencias basadas en género contra las mujeres ocurre en la esfera doméstica, Por otro lado, la tasa de embarazos en adolescentes es una señal alarmante de la violencia en este grupo poblacional.
En la mayoría de los casos de violencias basadas en género contra las mujeres, el Estado no quiere o no puede brindar protección. Sin ahondar en las agresiones por parte de autoridades del Estado, ni en la articulación de fuerzas de seguridad con los actores criminales en territorios de la región, basta con tomar el indicador de los altos índices de impunidad y falta de acceso a la justicia de los delitos de violencias basadas en género contra las mujeres. La impunidad y falta de confianza es uno de los dinamizadores de las decisiones migratorias.
Causas estructurales que están obligando a las personas a migrar en la región: 1. La desigualdad de oportunidades, 2. La desilusión hacia los procesos democráticos, 3. La deficiencia de los sistemas tributarios y de protección social, 4. La influencia del narcotráfico y el tráfico de armas, 5. La inseguridad, militarización y violación a los derechos humanos, 6. La vulnerabilidad frente al cambio y variabilidad climática y 7. El horizonte individualista de la vida.
Compañía de Jesús, Provincias de México y Centroamérica, 2022
8
60
88%
Testimonios
Tránsito
El continuum de las violencias en las rutas y fronteras
FRONTERAS
FRONTERAS
FRONTERAS
FRONTERAS
FRONTERAS
FRONTERAS
FRONTERAS
FRONTERAS
FRONTERAS
FRONTERAS
El conflicto entre los derechos humanos y el control de fronteras no puede ser más claro: se pretende que las personas migrantes se sientan disuadidos de cruzar una frontera porque pueden perder la vida. Es imposible proteger el derecho a la vida y al mismo tiempo intentar disuadir la entrada de las personas poniendo en peligro sus vidas.
Informe de la Relatora Especial del Consejo de Derechos Humanos sobre las ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias: Muerte ilícita de refugiados y migrantes.
Expresiones comunes a las políticas de contención de flujos migratorios
Enfoque de securitización y militarización
Las políticas de contención y con enfoque de seguridad nacional suelen tener como base la implementación de barreras físicas y equipos avanzados de vigilancia y disuasión en las fronteras, operados por fuerzas de seguridad públicas o privadas. Este enfoque convierte a las personas migrantes en objetos de vigilancia y puede tener un efecto deshumanizador, que provoca una mayor aceptación de medidas colectivas contra ellas aduciendo que representan una “amenaza” para la soberanía y la seguridad nacional. Un ejemplo son las denuncias por la implicación y utilización de Frontex para facilitar casos de devolución ilegales en las fronteras marítimas de Turquía y Grecia. La “gran maquinaria de vigilancia del Mediterráneo”, tiene un abordaje policial carente de perspectiva de derechos humanos y falta de transparencia.
Externalización de las fronteras
Se refiere a las políticas que velan para que “el control de fronteras no se realice en las fronteras físicas”, a fin de procurar que las personas nunca lleguen al país de destino y evitar que soliciten protección. La versión más visible es la intercepción tanto en alta mar como en tierra, o la financiación del control migratorio en terceros países para asegurar que las personas refugiadas o migrantes retornen a sus países de origen, o permanezcan atrapadas en países de tránsito. La exigencia suele ser el mayor control de la movilidad humana no sólo en las zonas fronterizas, sino en todo su territorio transformándose así en un “países frontera” , o en lo que otros autores llaman “fronteras verticales”. Marruecos y México son dos ejemplos de esta dinámica en relación a España y la UE y EEUU respectivamente.
En consecuencia, las fronteras se han ido ampliando y desplazando simbólica y geográficamente. Ya no se sitúan en los límites territoriales de las zonas de destino, sino que engloban territorios cada vez más amplios en los que se ponen en marcha políticas de control migratorio fomentadas y financiadas por la UE o EEUU. En estas políticas España ha tenido un papel relevante relacionado con África, tanto con Marruecos como con los países subsaharianos. Una expresión inédita es la que estableció España con el llamado “concepto operativo de frontera” en Ceuta y Melilla, el cual pretendía mover y reducir la jurisdicción española a efectos de gestión migratoria y asilo, no a la línea fronteriza real, sino hasta que la personas hubiera rebasado la línea policial que trataba de contener el paso después de la línea fronteriza. Es decir, actuar como si las personas aún no se encontraran en España. Es obvio, y así lo estableció la jurisprudencia europea, que superar los obstáculos fronterizos situados en suelo español, implica el previo cruce de la frontera.
Por su parte, Estados Unidos ha reforzado el financiamiento, las medidas y acuerdos con México y países centroamericanos para el control y vigilancia, además de implementar diferentes políticas de externalización de protección internacional y gestión migratoria, como el actual Programa de Movilidad Segura, en el que ha establecido centros de procesamiento migratorio y de protección internacional en Colombia, Costa Rica y Guatemala.
Devoluciones en caliente
Hace referencia a las diversas medidas adoptadas por los Estados, en cuya aplicación en ocasiones intervienen terceros países o actores no estatales, que dan lugar a que las personas migrantes, se vean sumariamente obligadas a retornar al país o al territorio, o al mar desde donde intentaron cruzar, o cruzaron, una frontera internacional, sin que se haya realizado una evaluación individual de sus necesidades de protección de los derechos humanos.
El Relator Especial de los derechos de las personas migrantes ha sido categórico al afirmar que esta práctica niega a la población migrante sus derechos fundamentales al privarlos del acceso a la protección, prevista en el derecho internacional y nacional (derecho a no devolución), así como a las garantías procesales. Además, amplía la definición para abarcar también las medidas y prácticas que niegan el acceso al territorio o la jurisdicción de un Estado, impidan su desembarco, o frenen la continuación de su viaje , ya que considera que el acceso efectivo al territorio es una condición esencial para ejercer el derecho a solicitar asilo. El Relator pone como ejemplo en su informe las expulsiones de autoridades españolas de población migrante a Marruecos en virtud del acuerdo bilateral de readmisión de 1992 y de la ley de 2015 que permite llevar a cabo “rechazos en frontera” de los nacionales extranjeros que intentan entrar en España de forma irregular desde Marruecos. Las sentencias del Tribunal Europeo de Derechos Humanos y el Tribunal Constitucional, aún con sus múltiples contradicciones o falta de claridad, no dan por sentada su legalidad, o al menos identifican qué prácticas son ilegales y cuáles podrían ser legales si se respetan las garantías.
Las políticas migratorias y medidas disuasorias acordadas entre la UE y los países del norte de África, y entre EEUU y México, han convertido a Europa en una fortaleza donde no es bienvenida la población africana y a la región de Centroamérica y México, en un laboratorio de prácticas y políticas.
Las mujeres, hombres, familias y menores tienen que ir sorteando a lo largo de la ruta barreras geográficas y muros construidos, humanos, tecnológicos, legales e ilegales.
El tránsito es una fase invisibilizada y cada vez más peligrosa como consecuencia de las políticas de externalización de fronteras que provocan el aumento de vías irregulares carentes de protección, en un contexto inherentemente inseguro. Las mujeres enfrentan violencias específicas basadas en el género, que se suman a aquellas que, en muchos casos causaron la salida del país de origen, y a las que sufre el conjunto de la población que vive un tránsito.
La descripción separada de las violencias no significa que sean incompatibles entre sí, de hecho, la gran mayoría de las veces se dan de manera simultánea y entrecruzada. Esta simultaneidad también se ve promovida por la multiplicidad de perpetradores y lugares. Así, estas violencias se dan a lo largo del recorrido, en las fronteras, en los apartamentos o habitaciones compartidas, en los campamentos, selvas, bosques y desiertos, en lugares de trabajo, o en las calles de las ciudades, entre otros; y se producen tanto a nivel interpersonal y social -cometidas por compañeros de camino, hombres de otros países, “pasadores” o coyotes-; como a nivel institucional, perpetradas por cuerpos policiales o de seguridad y otras administraciones públicas y toleradas por los Estados.
Testimonios
El tránsito por África Occidental y Marruecos hacia Europa
La Europa fortaleza
El Mar Mediterráneo se ha transformado en un cementerio azul, el desierto del Sahara en un cementerio a cielo descubierto y los países de la costa norte de África en muros infranqueables.
Enviado Especial de ACNUR para la Situación en el Mediterráneo Occidental y Central
73% de las personas migrantes originarias de África Occidental y el Sahel permanecen en países de la misma región.
A pesar de ello, las políticas migratorias y medidas disuasorias acordadas entre la UE y los países del norte de África han convertido a Europa en una fortaleza.
LA EUROPA FORTALEZA
LA EUROPA FORTALEZA
LA EUROPA FORTALEZA
LA EUROPA FORTALEZA
LA EUROPA FORTALEZA
El viaje hacia Marruecos
La situación de urgencia y vulnerabilidad en la que se encuentran las mujeres antes de comenzar un viaje migratorio provoca que, en muchos casos, se inicien sin planificación previa y en un contexto de desinformación y engaño del que se aprovechan las redes de trata, de tráfico y otras personas organizadas que buscan sacar beneficio del sufrimiento ajeno. El hecho de ser mujer, las violencias enfrentadas, la presión familiar, la responsabilidad de cuidado y la maternidad, entre otros, influyen en la decisión, y condicionarán también el porvenir del proceso migratorio.
En la medida que la gran mayoría de países africanos necesitan un visado para entrar en Europa, muchas de las rutas migratorias que tienen su origen en países de África Occidental convergen en Marruecos. Hay tantos procesos migratorios como personas y las rutas – aéreas o terrestres – dependen del país de origen.
Factores que aumentan el riesgo de ser víctimas de trata
Siendo la trata una de las violencias basadas en género contra las mujeres más sangrantes, merece la pena analizar los factores que aumentan el riesgo, como ejemplos de las deferentes violencias que se superponen y entremezclan:
Cambio climático y conflictos bélicos
El cambio climático o conflictos entre países están acentuando el riesgo de que mujeres y niñas sean víctimas de trata. Estas crisis intensifican la vulnerabilidad de las mujeres y las niñas (pobreza, inseguridad económica, desplazamientos, violencia contra las mujeres y discriminación)
Aceeso a la educación
La desigualdad al acceso a la educación contribuyen a la trata de niñas y mujeres jóvenes (les permite generar ingresos para sus familias)
La violencia de género
El 25% de las supervivientes de la trata habían sido objeto de múltiples formas de violencia de género antes de ser víctimas de trata.
La aceptación y justificación de la violencia contra las mujeres son factores clave en la vulnerabilidad de las mujeres víctimas de trata.
Las políticas migratorias
Las leyes laborales y de migración carecen de enfoque de derechos humanos y perspectiva de género. Aumenta la probabilidad de que las mujeres busquen empleos en sectores no regulados.
Estas violencias son tan generalizadas que muchas mujeres asumen la violencia sexual en los tránsitos como un precio a pagar para poder seguir adelante
Dentro de esta región, el cruce de fronteras entre países no está restringido. Sin embargo, la libertad de desplazamiento no es sinónimo de seguridad. De hecho, el viaje es inherentemente peligroso. Por un lado, como consecuencia de la inestabilidad política y los conflictos activos en el Sahel, cruzar las fronteras de países como Níger, Mali, Burkina Faso y Nigeria, supone un riesgo y aumento de inseguridad. Por otro lado, las rutas terrestres provenientes de África Occidental implican cruzar el desierto del Sahara en las condiciones de vulnerabilidad en las que lo hacen las personas migrantes implica un largo itinerario enfrentando gravísimos riesgos.
Sin duda la peligrosidad de esta ruta afecta a todas las personas. Sin embargo, las condiciones de vulnerabilidad, el recorrer rutas apartadas para evitar ser descubiertas, viajar en vehículos sobrecargados, confiar en traficantes o “pasadores”, afecta de manera diferenciada a las mujeres y niñas que, además de las vulneraciones de derechos, también enfrentan violencias basadas en género específicas. Están expuestas a robos, a extorsión, a secuestros, a violencia física y psicológica y a abuso sexual por parte de traficantes, poblaciones de los países del tránsito, compañeros de viaje o agentes de frontera.
Testimonios
Marruecos y frontera
El gendarme de Europa
Las políticas de externalización de fronteras entre España y Marruecos, que cuentan con la complicidad de la UE, convierten al país africano en un destino forzado, o en un lugar de paso durante un periodo más largo de lo imaginado. Debido a su proximidad con Melilla y Ceuta, la población subsahariana que consigue llegar a las ciudades de Nador y Tánger lo hace principalmente con el objetivo de cruzar a Europa.
En 2023 hay 10.225 personas refugiadas y 8908 solicitantes de asilo viviendo en Marruecos.
Estos datos están próximos a duplicar los registros de 2020 y no reflejan la fotografía completa, pues únicamente representa a la población regularizada y oculta la realidad de miles de personas de África Occidental y Central que viven -o mejor dicho- sobreviven en el país.
Desde que en 1993 levantaran las vallas fronterizas, no han cesado las relaciones bilaterales y acuerdos para el control migratorio entre España y Marruecos. Estas políticas generan represión, violencia, discriminación y causan la muerte y desaparición de cientos de personas subsaharianas.
Testimonios
A pesar de las diferentes dinámicas que surgen en las diversas ciudades, todas se caracterizan por violencias y violaciones de derechos humanos sistemáticas. Las políticas de externalización de fronteras y contención prolongan la estancia de la población subsahariana en el país en unas condiciones absolutamente inhumanas. Las personas migrantes, y las mujeres de manera específica, enfrentan discriminaciones racistas y xenófobas que afectan de lleno en el acceso a sus derechos económicos, sociales y culturales (DESC) como el acceso a la vivienda, a la salud, al empleo o a la escolarización.
Nador
En Nador, además de las políticas implementadas en las últimas décadas, las medidas establecidas durante la COVID-19 y tras la masacre de Melilla del 24 de junio de 2022 han afectado notablemente la vida de la ciudad.
Ambos acontecimientos han causado la intensificación de la inestabilidad económica, política y social y el endurecimiento de la represión contra la población subsahariana. En consecuencia, la estancia en Nador no suele ser muy larga y muchas personas se refugian de los controles policiales en campamentos construidos en los bosques del monte Gourougou, y en otras zonas que rodean la ciudad. Pese a los intentos de alejarse de la hostilidad de la ciudad, prácticamente a diario, la policía lleva a cabo violentas redadas caracterizadas por robo de teléfonos, dinero, pasaportes; la quema de campamentos y la violencia sexual hacia las mujeres, los arrestos y deportaciones hacia el interior del país.
Tánger
En la medida en que está más alejada de la frontera, la represión policial es ligeramente menor y, especialmente para las mujeres, es más sencillo encontrar oportunidades laborales en el sector doméstico, aunque en condiciones absolutamente precarias. Sin embargo, las restricciones administrativas para obtener la carte de séjour -permiso de residencia- dificulta las posibilidades de acceder al mercado laboral regularizado y pone a muchas mujeres en situaciones de vulnerabilidad y violencia. Como consecuencia, muchas reconocen dedicarse a la mendicidad –taper salam– como fuente de recursos para cubrir gastos básicos de alojamiento y alimentación. El hecho de estar en la calle les expone a violencias y discriminaciones por parte de la población marroquí y aumenta las probabilidades de ser detenidas y deportadas.
Casablanca y Marrakech
El aumento de represión y el endurecimiento de las medidas de control en las fronteras de la costa norte ha provocado la activación de nuevas rutas migratorias irregulares y los desplazamientos dentro del país en busca de otras oportunidades. Así, cuando tras meses tratando de sobrevivir a la dureza de las ciudades próximas a las fronteras necesitan cuidarse, protegerse o trabajar para lograr dinero, la población subsahariana, mujeres y hombres, se trasladan a ciudades del interior como Casablanca o Marrakech, respectivamente, donde cuentan que las condiciones de vida son «menos complejas». El nivel de dificultad es muy relativo pues, a modo de mecanismo de protección o defensa, es común normalizar violencias y vulneraciones de derechos y resguardarse en el pensamiento de que «hay peores lugares».
Uchda
Se está dando una tendencia creciente de población subsahariana que se desplaza hacia Uchda, ciudad al este de Marruecos, buscando cruzar Argelia para llegar a Túnez desde donde argumentan que es más barato llegar a las costas italianas. Ante esta nueva tendencia, la UE ya ha respondido y continúa apostando por la contención de la migración y delegación del control de las fronteras a terceros países. Así, mediante la firma de un Memorando de Entendimiento en julio 2023, la UE se ha comprometido a proporcionar apoyo económico y técnico a Túnez para desincentivar la migración hacia Europa y bloquear las rutas seguras y legales.
Laayoune, Tan-Tan y Dakhla
Desde 2018 se ha reactivado la Ruta del Atlántico desde ciudades de la costa occidental como Laayoune, Tan-Tan o Dakhla, e incluso desde Mauritania o Senegal, hacia las Islas Canarias. Esta ruta es extremadamente peligrosa debido a la extensión del recorrido, la fuerza de las mareas y la escasa presencia de operaciones de búsqueda y rescate. Todo ello la convierte en la más mortífera. De hecho, sólo en 2022 han fallecido y desaparecido 1.784 personas, aunque se estima que estas cifras no reflejan la realidad en su totalidad. La activación de la Ruta Atlántica ha provocado que la población subsahariana se esté trasladando a ciudades de la costa occidental donde esperan la oportunidad de cruzar o trabajan para generar ahorros y poder pagar el trayecto.
El papel que Marruecos está jugando como gendarme de Europa vulnera también el derecho de acceso a protección internacional tanto en Marruecos, como en España. Muchas de las personas son potenciales beneficiarias y sin embargo, encuentran múltiples obstáculos que les impiden iniciar los procedimientos.
Por un lado, en Marruecos, ACNUR gestiona las solicitudes de protección internacional desde su oficina en Rabat y no existen oficinas en las ciudades o puntos fronterizos. Por tanto quienes, a pesar de las complejas condiciones de vida que ofrece el país, optan por solicitar protección internacional, tienen que viajar a Rabat asumiendo el costo económico y los riesgos que este desplazamiento supone. Además, incluso quienes han iniciado el procedimiento y están esperando la resolución de su solicitud de asilo denuncian estar desprotegidas pues apenas reciben ayudas y siguen enfrentando redadas, arrestos y deportaciones al interior del país.
Las deportaciones “son legales en el país salvo en el caso de mujeres con menores, mujeres embarazadas y solicitantes de asilo, pero la policía marroquí no cumple estas excepciones […] arrestan a las personas subsaharianas sin tener en cuenta si son hombres, mujeres, mujeres embarazadas o acompañadas de menores, personas solicitantes de asilo…”
Fragmento extraído de una entrevista llevada a cabo durante el viaje a Marruecos.
Por otro lado, a pesar de que el artículo 38 de la Ley 12/2009 reguladora del derecho de asilo y de la protección subsidiaria en España reconoce la posibilidad de solicitar protección internacional en las Embajadas y Consulados españoles, lo cierto es que ningún gobierno ha aprobado su desarrollo reglamentario y se impide de forma sistemática acceder al procedimiento de asilo a través de esta vía.
El tránsito por Centroamérica y México hacia Estados Unidos
Los años después de la pandemia dieron paso a algunas de las dinámicas más complejas y de rápida evolución en la región de Centroamérica-Norteamérica. A la migración desde los países del norte de Centroamérica (El Salvador, Guatemala, Honduras) se han sumado niveles sin precedentes de personas migrantes que llegan por tierra a México cruzando a través de Centroamérica originarios de Venezuela, Cuba, Nicaragua, Colombia, Ecuador, Haití, o incluso desde países de África, Asia, y Europa.
En todo este camino las personas migrantes se encuentran con una permanente frontera vertical, es decir, tienen que ir superando una suerte de carrera de obstáculos, muros físicos, geográficos, legales, sociales, culturales, que afectan de manera especial a las mujeres.
En 2022 más de 1.000 muertes y desapariciones en la región, por diferentes causas, entre ellas ahogamiento, accidentes vinculados a transportes peligrosos, condiciones ambientales extremas, falta de albergue, comida y agua adecuados.
LA FRONTERA VERTICAL
LA FRONTERA VERTICAL
LA FRONTERA VERTICAL
LA FRONTERA VERTICAL
LA FRONTERA VERTICAL
El viaje hacia México
El llamado “Tapón del Darién”, una selva tropical de más de 5.000 kilómetros cuadrados que separa Colombia de Panamá, ha visto aumentar el flujo de personas, sobre todo desde el año 2021.
Una vez que las personas migrantes logran sobrevivir y pasar la frontera de Darién, se encuentran con sistemas híbridos público-privados de traslado por los países centroamericanos hasta llegar a la frontera de Guatemala con México, normalmente mediante el pago a autobuses privados para el traslado que muchas veces aumentan o duplican los costos del pasaje, y controlados y dirigidos por fuerzas de seguridad del país donde se encuentran. Precisamente, el aspecto económico es una de los muros que se encuentran en este trozo del camino. Otros muros que dificultan el camino o los obliga a quedarse temporalmente son los legales, como la exigencia de visa a varios países sudamericanos.
Testimonios
Llegar y atravesar México
El “perro guardián” de Estados Unidos
Las principales preocupaciones sobre la situación de las personas migrantes durante el trayecto por México son el proceso de militarización de la política migratoria, la persecución estatal y la violencia provocada por el crimen organizado, y la violencia institucional marcada por la falta de medidas reales de protección.
Quienes se quedan en la frontera Sur un tiempo, a veces por ahorrar, porque han solicitado visa humanitaria o asilo, o porque han decidido quedarse hasta que mejoren sus posibilidades de llegar «al Norte», se encuentran con ciudades con pocas condiciones para vivir, que a veces se colapsan, con mínimos esfuerzos de integración y menos aún enfoque de género.
Uno de los indicadores de que México se ha convertido también en un país de destino forzado es el aumento de solicitudes de asilo en los últimos años – más de 100.000 al año desde 2021-. Esto contrasta con la arbitrariedad del sistema de asilo. Actualmente, al no haber en la práctica un procedimiento homologado en el país, cada territorio implementa mecanismos diferentes de manera discrecional que alargan los procesos. Por otro lado, la discrecionalidad también se encuentra en las resoluciones de protección, según la nacionalidad de quien solicita asilo – pues se interpreta de manera diferente las solicitudes de personas de Venezuela que de Guatemala, por ejemplo- o según determinado tipo de violencias. En este último sentido, en la práctica, algunas organizaciones lamentan la dificultad para que se otorgue asilo por violencia de género.
FRONTERA entre EEUU y MÉXICO
FRONTERA entre EEUU y MÉXICO
FRONTERA entre EEUU y MÉXICO
FRONTERA entre EEUU y MÉXICO
FRONTERA entre EEUU y MÉXICO
Frontera de EEUU con México
La frontera de EEUU con México tiene una longitud de más de 3.000 kilómetros, de los cuales aproximadamente 1.000 kilómetros corresponden a muros o vallas construidas, que se complementan con otros muros de origen natural (desiertos y ríos), y humanos y tecnológicos, a través de los despliegues de la Patrulla Fronteriza (CBP por sus siglas en inglés) y otras fuerzas de seguridad.
Es considerada una de las fronteras terrestres más peligrosas del mundo.
Las ciudades fronterizas son poco accesibles para las personas que llegan de fuera, quienes normalmente tienen que asentarse en campamentos informales, albergues o alquilar en las periferias por ser zonas más económicas, que no cuentan con servicios públicos y son muy deficientes, lo cual afecta especialmente a las mujeres y madres de familia. Ciudades como Tijuana o Ciudad Juárez tienen una red de albergues, pero las organizaciones no lo definen como sistema acogedor, porque según explica Alejandra Contreras (SJR Ciudad Juárez), “los albergues no tienen las capacidades para tener a personas largo tiempo, lo que ocasiona un problema derivado de las políticas migratorias que la han convertido en una ciudad de atrapamiento.”
Solo hay 3 maneras de pedir asilo en la frontera entre México y EEUU
Solicitar cita a partir de la aplicación móvil CBP One para solicitud de asilo. Pasar esta cita – en donde la CBP hace preguntas generales sobre el motivo de salida- no implica autorización formal de entrada, pero sí la posibilidad de entrar para aplicar al asilo. Hay un número de citas limitado.
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Formar parte de las listas de espera o filas físicas hasta lograr un hueco para acceder a la garita para solicitar asilo, sin haber pedido la cita en la aplicación CBP One. Estas filas no están reguladas, suelen estar organizadas a nivel local. Además de la entrevista inicial, hay que justificar porqué no se ha solicitado la cita. Hay posibilidades de quedar detenido temporalmente durante el proceso, especialmente personas solas mayores de edad.
02
Cruzar por puntos no oficiales y entregarse a las autoridades en EEUU para solicitar asilo. Se le aplica directamente la entrevista de “temor fundado”, mucho más estricta; en caso de no pasar la entrevista, se activa el proceso de deportación expedita, menos garantista; hay más posibilidades de quedarse detenido temporalmente en caso de pasar la entrevista.
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Destino
LA LLEGADA, QUE NO «EL DESTINO»
Llegada al Estado Español
El pensamiento dicotómico que caracteriza a la cultura occidental divide la realidad en pares opuestos que perpetúan relaciones de poder desiguales: hombre – mujer, público – privado, razón – emoción, cultura – naturaleza, norte – sur, etc. Bajo esta misma lógica:
La población se divide entre personas autóctonas y personas “migrantes” o entre personas regulares y personas en situación administrativa irregular.
Esta manera de entender el mundo ha configurado el funcionamiento y comportamiento de la sociedad occidental donde rige el sistema racista heteropatriarcal, que genera dinámicas de discriminación por motivos de sexo, género, raza, etnica o clase social, entre otros.
No todas las personas extranjeras tienen las mismas posibilidades de reconocimiento y entrada. Paradójicamente, aquellas personas con necesidades de protección apenas cuentan con vías legales y seguras para acceder a territorio español. Así, las vías legales, que no siempre son seguras, se reducen al arraigo familiar o a la entrada con un visado de turista o con un permiso temporal de trabajo, que posteriormente les llevará a la irregularidad sobrevenida. Por el contrario, existen múltiples maneras de llegar a territorio español por vías irregulares que ponen en peligro la vida de las personas que lo intentan.
El acceso a Protección Internacional
La normativa española de protección internacional prevé dos tipos de procedimiento para solicitar Protección Internacional
- En frontera, que se realiza en entornos fronterizos o en los CIE.
- En el territorio españo,l en Oficinas de Asilo y Refugio o dependencias policiales.
¿Es que las fronteras no son territorio español?
Las narrativas, es decir, cómo nos expresamos, influyen en la manera en la que pensamos y en la que construimos la realidad. Diferenciar los procedimientos entre frontera y territorio español permite intuir que las políticas migratorias están priorizando el control de la Europa Fortaleza sobre la protección y el derecho a la vida.
El procedimiento en territorio no es fácil, especialmente cuando tiene que ver con personas de origen no europeo, y actualmente es prácticamente imposible. Desde hace dos años el acceso a citas está saturado y bloqueado. A esta barrera, se suma otra más difusa que es la desinformación. Quienes logran iniciar los trámites se enfrentan a un procedimiento complejo y doloroso por naturaleza, pues son personas que están huyendo de sus países por motivos que amenazan su vida e integridad. Sin embargo, lejos de tratar de compensar estas dificultades, el proceso de solicitud de asilo es arbitrario, profundamente vulnerador, revictimizador y confuso.
La desinformación hace mucho daño: hace que las personas no accedan a los procedimientos de protección internacional por miedo, o que accedan sin asesoramiento jurídico o sin el acompañamiento adecuado, claves para la preparación previa; o que desistan por no encontrar cita.
Equipo jurídico del SJM España
Preocupa la tendencia de las políticas de externalización de fronteras, y en concreto, la inclinación del Pacto Europeo sobre Migración y Asilo (PEMA)
Estas características se intensifican en el procedimiento en frontera, ya que la aceleración, el momento y el lugar en el que se lleva a cabo generan un deterioro de garantías procedimentales que influye de manera directa en las posibilidades de reconocimiento. En este sentido, nos preocupa la tendencia de las políticas de externalización de fronteras, y en concreto, la inclinación del Pacto Europeo sobre Migración y Asilo (PEMA), en la medida que propone no sólo priorizar los procedimiento fronterizos, sino que además, establecer un control previo a la entrada o screening, con el objetivo de realizar un cribado rápido y decidir si las personas son deportadas, o si son perfiles que necesitan protección. Es entonces cuando pasarían al procedimiento de asilo en frontera.
Ninguno de los procedimientos se lleva a cabo con enfoque de género.
La ausencia de personal debidamente formado, o el hecho de que la presencia de personal femenino en las entrevistas a mujeres siga sin ser la norma, dificulta identificar dinámicas específicas al género que merezcan protección.
Es difícil poder identificar toda la violencia recibida, ser capaz de comunicársela a un tercero, en muchos casos un policía hombre, en un ambiente muy hostil. Es casi imposible. Todo esto tiene un impacto en la entrevista y reduce mucho las posibilidades de reconocimiento.
Equipo jurídico del SJM España
Además, ambos procedimientos comparten las siguientes deficiencias:
El momento no es adecuado
La entrevista de protección con la que se inicia la tramitación, encuentra a la persona solicitante en un momento vital que, en muchos casos, no es el adecuado. La entrevista exige una perfecta coherencia del relato para reconocer la veracidad del mismo, sin considerar que no siempre es posible realizar una producción lógica, o estar emocionalmente preparada para poder plasmar de manera adecuada, detallada y coherente todo lo vivido.
En el caso del procedimiento en frontera la persona no tiene la debida información, preparación y acompañamiento. La falta de tiempo dificulta interiorizar y entender lo vivido, tanto en el origen como durante el tránsito.
La persona que entrevista no es adecuada
En ambos procedimientos es el cuerpo de policía quien la lleva a cabo. Esta figura genera una relación absolutamente jerarquizada, en la medida que es el mismo cuerpo o institución quien realiza la entrevista y quien ejecuta la deportación en caso de que la solicitud de protección internacional no sea admitida a trámite.
El lugar no es adecuado
La comisaría no es un lugar seguro y no genera las circunstancias apropiadas para estar es un estado de serenidad y enfrentar la entrevista.
En el caso de procedimiento en frontera, la solicitud y tramitación de protección internacional se vive en un espacio dentro del aeropuerto donde encierran a todas las personas a quienes se les ha impedido la entrada, sin discriminar en cuanto a perfiles o motivos de la detención. En el caso de la Frontera Sur, las entrevistas son realizadas en entornos cercanos a los puestos fronterizos, o en los CIE, entornos que dificultan olvidar la hostilidad vivida y agudiza la percepción de estar en «tierra de nadie».
SER MUJER MIGRADA EN EL ESTADO ESPAÑOL Y EUSKADI
"Ser mujer migrante en España significa doble esfuerzo, cortas horas de sueño, muchas responsabilidades, mucho sufrimiento también, soledad, y también toca guardar silencio en algunas ocasiones. Aunque tengas tu propia opinión, mientras se es migrante, muy poca voz".
Olga Mejía, Honduras.
No es lo mismo ser una persona que vive en España bajo el sistema de protección internacional o en situación administrativa regular o irregular.
Tampoco es lo mismo ser mujer negra o latina pues el color de piel o el idioma, entre otros, influyen enormemente. Aunque todas enfrentan vulneraciones de derechos humanos y diferentes tipos de violencias, las mujeres en situación administrativa irregular son más vulnerables y vulneradas. Estar fuera del sistema y ser invisibilizadas, imposibilita el acceso a existir, el acceso a un registro, a un empadronamiento, a un techo, a un lugar seguro…
La triple condición de ser mujer, migrante y estar en condición administrativa irregular hace que sea más difícil escapar de las espirales de violencias basadas en género contra las mujeres. Y si además, se añade la condición de ser negra o ser madre, entonces ya es prácticamente imposible. Al igual que ocurre en el origen y durante el tránsito, en la llegada y en el destino la maternidad tiene un gran impacto. A los obstáculos que encuentran por parte de la sociedad española, se suma la presión familiar. En este sentido, la maternidad provoca que las mujeres se vean obligadas a aceptar condiciones de trabajo inhumanas. Tanto en el caso de mujeres acompañadas de sus hijas o hijos, como para el envío de remesas al país de origen.
Tengo sobrinos, tengo madre y tengo abuelas en mí país a las que tengo que apoyar económicamente. De mi salario, no sólo dependo yo. Aunque no soy madre, soy cabeza de familia.
Silvia Zuñiga, Nicaragua.
Que las mujeres sean quienes sostienen los cuidados de toda una sociedad y los de su propia familia no sólo impacta sus vidas y cuerpos, sino también en la vida de las hijas e hijos que dejan atrás y de esas otras mujeres que se quedan a cargo.
Así es como se reproduce la crisis global de cuidados. Que las mujeres sean quienes sostienen los cuidados de toda una sociedad y los de su propia familia no sólo impacta sus vidas y cuerpos, sino también en la vida de las hijas e hijos que dejan atrás y de esas otras mujeres que se quedan a cargo. La vulnerabilidad y precariedad que enfrentan muchas mujeres, implica que sus hijos e hijas vivan en condiciones de menor seguridad para sus vidas y su desarrollo. Esto no tiene que ver con una actitud de desprotección por parte de la madre, sino que del espiral de violencias y discriminaciones que el sistema ha generado sobre la población migrada, y en concreto sobre las mujeres.
El continuum de violencias en el acceso a derechos
En el momento de pisar suelo español, las mujeres migrantes se ven vulneradas e invisibilizadas en tanto en cuanto no son consideradas ciudadanas.
Esta invisibilización permea en todos los ámbitos de la vida y condicionan la capacidad de poder romper con situaciones de violencias tanto institucionales como culturales o directas.
En relación al reconocimiento de derechos, la Ley de Extranjería (LOEX) divide los derechos en tres bloques:
Aquellos a los que las personas extranjeras tienen acceso por el hecho de ser personas.
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Aquellos a los que sólo tendrán acceso las personas en situación administrativa regular pues requieren determinadas condiciones administrativas.
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Aquellos a los que las personas extranjeras no pueden acceder.
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La realidad actual es que cada vez más derechos pertenecen al segundo grupo, y por tanto, requieren de una situación administrativa regular para que puedan ser exigidos. Entre otros, la sanidad, la educación y homologación de estudios, o el acceso a sistemas públicos de ayuda en materia de vivienda.
Según la LOEX, las personas que se encuentran en situación administrativa irregular pueden acceder a la regularización a través del arraigo laboral, arraigo social, arraigo familiar o arraigo para formación. Salvo el arraigo familiar, los otros tres exigen probar la permanencia continuada, incluso legal, en el Estado español por un periodo mínimo, y en el caso del arraigo familiar y el social, también es necesario demostrar la existencia de un contrato laboral.
La imposibilidad de acceder a una serie de derechos básicos supone la perpetuación de un racismo institucional que expone a la población migrada.
¿Cómo puede una persona en situación administrativa irregular demostrar que ha trabajado en el Estado? ¿Cómo pretender que demuestre una permanencia continuada? De hecho, siendo el acceso a la vivienda un problema generalizado en la sociedad española, ¿cómo puede ser la residencia legal un requisito para personas que el sistema no reconoce?. Sin padrón, residencia o contrato laboral, no hay regularización posible.
Especialmente, aunque no sólo, a quien se encuentra en situación administrativa irregular, a constantes discriminaciones y violencias. El racismo institucional impacta en la vulneración sistemática del acceso a dos derechos fundamentales y prioritarios, el trabajo y la vivienda. Además, la intersección entre las vivencias de ser migrada y los impactos específicos de las violencias basadas en género contra las mujeres, provocan que el racismo institucional impacte de forma más dura sobre las mujeres.
Es pura supervivencia y es estar con una resiliencia de ir afrontando cada día […] Nuestro trabajo es conseguir la deconstrucción del imaginario que se tiene sobre las personas migrantes, con todos los rumores, los estereotipos que conlleva la migración en sí […] Hay que estar constantemente demostrando y luchando.
Marie Lucía Monsheneke, República Democrática de Congo.
Los entornos laborales informales e invisibilizados, la vulnerabilidad y la necesidad de ingresos a las que el sistema condena a las mujeres migradas, crea un entorno idóneo donde darse niveles de explotación y abusos de toda naturaleza: discriminaciones salariales, reclamación de deudas, riesgos de accidentes, propuestas sexuales u otras violencias basadas en género contra las mujeres.
La mayor parte de las personas adultas en situación administrativa irregular están trabajando en la economía informal, de la cual, más de la mitad se concentra en dos sectores: las actividades del hogar (27% del empleo informal) y la hostelería (24%).
A la inestabilidad económica y a la dificultad de acceso a la vivienda, se suma el problema de acceso al padrón. El acceso al empadronamiento de personas extranjeras requiere contar con documentos identificadores como la Tarjeta de Residencia o el pasaporte en vigor. En caso de no contar con lo anterior, es necesaria una autorización de empadronamiento, que dependerá de la voluntad de otra persona, por ejemplo, de otra(s) persona(s) que resida(n) en el domicilio o de las personas propietarias de la vivienda. Estos requisitos propician relaciones de dependencia respecto a la persona que «autoriza». Esta realidad afecta de manera específica a las mujeres, pues la necesidad de un techo puede influir en decisiones que hagan perdurar violencias basadas en género ejercidas por dicha persona.
Testimonios
#resistencias
Gracias a la fortaleza y resiliencia que caracteriza a muchas de las mujeres, logran desarrollar mecanismos de resistencia, superación y supervivencia.
Estrategias
Esperanza
Quienes son creyentes agradecen a Dios por no haber muerto en el camino y sienten que la fe les acompaña y protege. Otra forma de generar ilusión y esperanza son las posibilidades de acceder a formaciones, que a pesar de estar sesgadas por género y limitadas a sectores de trabajo concreto, permite pensar en un proyecto de futuro.
Para quienes son madres, la esperanza se acentúa al soñar con un proyecto de familia. La maternidad es un elemento diferenciador e influyente a lo largo de todo el proceso migratorio que permite encontrar la fuerza al imaginar lograr reunirse con sus hijos e hijas, en caso de haber tenido que dejarles en el país de origen; o al pensar en construir y ofrecer una vida mejor cuando les están acompañando.
Una de las cosas más importantes es tener vida […] Arrepentirme… cuánto más te arrepientes menos avanzas hacia una posibilidad de futuro. Las cosas suceden por algo, todo es una experiencia. ¿Es difícil?, claro que es difícil… pero no sé qué hubiera sido de mí si me hubiera arriesgado a volver a mi país. Quizás ahora no estaríamos charlando. […] Agradezco eso, el poder estar con vida.
Matilda Noriega, Guatemala
Colectividad
La colectividad resulta un elemento esencial tanto en la prevención como en la superación de violencias. En ambos contextos, las redes de apoyo de mujeres o compatriotas son reconocidos como espacios seguros y de sanación. Estos vínculos se transforman en consejos y recomendaciones que se basan sobre todo en el apoyo mutuo para la supervivencia. Pequeñas comunidades, que permiten construir, desde la sororidad, un (auto)reconocimiento y empatía que en muchas ocasiones resulta clave para afrontar problemas similares.
Ejemplos sencillos como cuando una mamá da a luz, entran otras a apoyar para hacer la etapa más liviana. O cuando ya tienen que salir del albergue y deben buscar donde rentar, ellas se buscan y organizan para ver donde rentar, unas trabajan y otras cuidan los niños… Hacer comunidad y luchar juntas es la estrategia principal de sobrevivencia y resiliencia.
Joanna Williams, Iniciativa Kino.
Al llegar a aquí (Bilbao), hay bastantes espacios de acogida, o de recepción, pero hay que conocerlos para ir tejiendo redes y fortaleciéndonos unas con otras. Porque las mujeres estamos empoderadas… ¡Somos mujeres empoderadas!… pero faltan espacios para “empujarnos” entre nosotras… Creamos estas sinergias para caminar juntas y apoyarnos.
Marie Lucía Monsheneke, República Democrática de Congo.
Familia y acceso a recursos
Especialmente entre la población subsahariana, para quienes resulta más complejo acceder a empleo, alternativas como la peluquería, salones de belleza, alimentación típica o la venta ambulante… Son formas de generación de recursos y supervivencia. Son «creatividad pura» […] «Los micro-emprendimientos dentro de la población migrante es un componente importante». También en especial en el caso de mujeres subsaharianas, las redes transnacionales resultan fundamentales. En ocasiones tienen familiares en países francófonos europeos que les envían dinero. En cualquier caso, más allá del apoyo económico y del país de origen de la persona, la familia es un pilar fundamental a nivel emocional porque representa el hogar.
Acceso a la regularización y conciencia de derechos
La regularización va más allá del reconocimiento de ser ciudadana, significa reconocerse sujeto de derechos y aumenta la conciencia sobre la importancia de la denuncia. Esta conciencia es un gesto de (auto)cuidado, pues parte del reconocimiento de los derechos propios, pero también de la empatía y sororidad hacia otras mujeres que viven situaciones similares.
Romper el miedo, romper el silencio y saber que como mujeres, desde nuestra palabra, podemos hacer mucho. […] Comunicar todas aquellas cosas que nos hacen sentir mal, que nos hacen sentir violentadas […] En la medida que nos expresemos estaremos más cerca de obtener soluciones para situaciones que a veces creo que sólo vivo yo, pero en realidad, vivimos muchas.
Matilda Noriega, Guatemala.
#recomendaciones
Es preciso dialogar con organizaciones sociales e implicar de manera directa y protagónica a las mujeres migrantes y migradas
Es necesario incorporar un enfoque de derechos, feminista e interseccional en las políticas de cooperación al desarrollo, las de gestión de los flujos migratorios, las de protección de las mujeres migrantes y las de integración de las poblaciones migradas en las sociedades de destino. Para ello, es preciso dialogar con organizaciones sociales e implicar de manera directa y protagónica a las mujeres migrantes y migradas.
Además, recomendamos al gobierno español y demás autoridades implicadas que promuevan, a nivel europeo, nacional, autonómico y local:
Una política exterior de cooperación que ponga las vidas, y a las mujeres, en el centro.
La realidad de la movilidad humana forzada requiere una solución sostenible, que no se puede lograr sin una cooperación que avance hacia una gobernanza global coherente y coordinada de los flujos migratorios, que anteponga la protección de los derechos humanos y de la vida sobre la seguridad nacional de los países de tránsito y destino, y que aplique de manera transversal el enfoque de género.
01
Una política migratoria y de asilo con enfoque de género y de derechos.
Las políticas europeas y españolas de externalización y securitización de las fronteras no garantizan el acceso a protección internacional y reducen las vías legales y seguras. Expresamos especial preocupación por las mujeres con necesidad de protección, en la medida que los obstáculos en el acceso a protección internacional y el consecuente tránsito por rutas irregulares son factores que afectan de manera directa en la indefensión frente a las violencias basadas en género contra las mujeres. Urge responder desde un enfoque de género y de derechos, y eliminar las prácticas que perpetúan la violación del marco normativo actual.
02
Un acceso a derechos feminista.
El Estado español y a los gobiernos autonómicos y locales, cuando dispongan de competencias, deben garantizar el acceso a derechos básicos inherentes a todas las personas, independientemente de la situación administrativa o un determinado tiempo de residencia, y prestando especial atención a cómo el racismo y la violencia institucional impacta de forma más dura sobre las mujeres.
03
INVESTIGACIÓN:
Sara Diego & Yolanda González
COORDINACIÓN:
Clara Esteban
Irene Ortega
Macarena Romero
Zigor Uribe-Etxebarria
COORDINACIÓN AUDIOVISUAL:
Nacho Esteve y Javier Mielgo
DISEÑO Y DESARROLLO WEB:
Tamara Mentxaka (Sembi Comunicación)
FOTOGRAFÍA:
Delegación Diocesana de Migración
Josetxo Ordóñez
Sergi Cámara
TRADUCCIÓN:
AGRADECIMIENTOS:
Ca-minando Fronteras, Centro de DDHH Fray Matías de Córdova, Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación (ERIC-Radio Progreso), Fundación Social Ignacio Ellacuria, Entreculturas, Ibero Tijuana, Iniciativa Kino para la Frontera, Programa de Asuntos Migratorios de la Universidad Iberoamericana, Programa Ödos, Red Jesuita con Migrantes Latinoamérica y Caribe, Servicio Jesuita a Migrantes – España, Servicio Jesuita a Refugiados – Ciudad Juárez, entre otras.
A todas las entidades y personas, especialmente a las mujeres, que han compartido sus experiencias, trabajo y conocimiento, fundamentales para la elaboración de este informe.
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